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Preguntas Frecuentes

Lo que usted debe saber en el momento de escoger un tratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico de la obesidad es una cirugía mayor. Aunque la mayoría de los pacientes disfruta de una mejora en sus condiciones de salud relacionadas con la obesidad (como movilidad, imagen de sí mismo y autoestima) luego de los buenos resultados de una cirugía de reducción de peso, esto no debe constituir la motivación primordial para someterse al procedimiento. La meta es vivir mejor, en forma más saludable y más largo tiempo.

Esta es la razón por la cual usted debe tomar la decisión de operarse sólo después de estudiar y consultar cuidadosamente con un cirujano bariátrico experimentado o un médico general familiarizado con el tema. Un cirujano calificado debe contestar sus preguntas con claridad y explicarle los pormenores exactos del procedimiento, la situación del período de recuperación y la realidad del cuidado de seguimiento postoperatorio requerido. Como parte de la evaluación rutinaria de la cirugía de reducción de peso, ellos pueden solicitarle a usted que consulte con un dietista o nutricionista y con un psiquiatra o terapeuta. Esto le ayudará a establecer un entendimiento claro de los cambios conductuales postoperatorios que son esenciales para los buenos resultados a largo plazo.

Es importante recordar que no hay una garantía absoluta en ningún tipo de procedimiento médico o quirúrgico. Incluso en los procedimientos más simples se pueden presentar resultados inesperados. Sin embargo, lo que sí se puede afirmar es que este tratamiento quirúrgico de la obesidad sólo tiene éxito cuando los pacientes adquieren un compromiso de por vida. Algunos de los desafíos que enfrenta una persona después del tratamiento quirúrgico de la obesidad pueden ser insospechados. Los cambios en el estilo de vida pueden crear relaciones tensas en la familia y en el matrimonio. Para ayudar a los pacientes a alcanzar sus metas y a lidiar con los cambios que conlleva la cirugía de reducción de peso, la mayoría de los cirujanos bariátricos ofrece atención de seguimiento, que incluye grupos de apoyo, dietistas y otras formas de educación continuada.

En definitiva, la decisión de someterse al procedimiento depende enteramente de usted. Después de haberse enterado de toda la información, usted debe decidir si los beneficios pesan más que los efectos secundarios y las posibles complicaciones. Esta cirugía es tan sólo una herramienta. Su éxito definitivo depende de la observación estricta del régimen recomendado de dieta y ejercicios, así como de los cambios en el estilo de vida.

Hospitalización

La mayor parte de las estadías de los pacientes en el hospital es de aproximadamente cuatro a siete días después de un procedimiento abierto y de dos a cinco días después de un procedimiento laparoscópico.

 

En general el paciente es dado de alta cuando:

  1. Pueda tomar suficientes líquidos y nutrientes por vía oral para prevenir la deshidratación.
  2. No tenga fiebre.
  3. Tenga un adecuado control del dolor con medicamentos.
  4. No tenga complicaciones

Durante la hospitalización se toman las siguientes medidas de prevención.

Según el procedimiento realizado, se pueden colocar uno o dos tubos pequeños alrededor de la bolsa gástrica y la derivación del estómago para drenar los líquidos corporales después de la cirugía. Éstos por lo general se retiran en el curso de tres días. Para ayudar a evitar la formación de coágulos sanguíneos, le colocarán en las piernas medias antiembólicas u otros dispositivos de compresión, y su cirujano le solicitará que intente ponerse de pie y caminar lo más posible, normalmente dentro de las primeras 24 horas del postoperatorio.

Dependiendo de su condición médica, hay la posibilidad de que le envíe a la unidad de cuidados intensivos para supervisar de cerca su actividad cardíaca y pulmonar. De acuerdo con el hospital, se les puede pedir a los pacientes que normalmente utilizan Presión Continua Positiva de la Vía Aérea (PCPVA) o Presión Binivel Positiva de la Vía Aérea (PBPVA) para la apnea obstructiva del sueño, que traiga sus aparatos consigo para emplearlos inmediatamente después de la operación.

Lo que viene después de la cirugía

La dieta

Las modificaciones efectuadas a su tracto gastrointestinal requieren cambios permanentes en sus hábitos alimentarios, que se deben observar para que la reducción de peso tenga éxito. Las instrucciones dietéticas posquirúrgicas varían según cada cirujano. Es posible que usted sepa de otros pacientes a quienes se les imparten instrucciones diferentes que deban seguir luego de su tratamiento quirúrgico de la obesidad. Es importante recordar que no todos los cirujanos realizan exactamente el mismo procedimiento quirúrgico de reducción de peso y que las instrucciones sobre dietas difieren según cada cirujano y cada tipo de procedimiento. Lo que sí es muy importante es que usted se ciña estrictamente a las recomendaciones de su cirujano. Las siguientes constituyen algunas de las instrucciones sobre dietas generalmente aceptadas que puede encontrar un paciente de cirugía de reducción de peso:

Cuando empiece a consumir sólidos es esencial que mastique muy bien. No podrá comer bistec ni otro tipo de trozos de carne si no están bien triturados y si no se mastican completamente.

  • No beba líquidos junto con la comida, le harán sentirse saciado antes de haber consumido suficiente comida.
  • Evite comer postres y otros alimentos azucarados cuando el azúcar aparezca como uno de los tres primeros ingredientes de los mismos.
  • Evite las bebidas gaseosas, suplementos nutritivos de alto contenido calórico, batidos de leche, comidas altas en grasas y alimentos de alto contenido de fibras.
  • Evite las bebidas alcohólicas.
  • Limite el consumo de refrigerios entre comidas.

El regreso al trabajo

Su capacidad para reanudar su actividad laboral después del procedimiento quirúrgico depende de sus condiciones físicas, el tipo de trabajo y el tipo de cirugía de reducción de peso a que se fue sometido. Muchos pacientes retornan en promedio en el período de cuatro a seis semanas posteriores al procedimiento. Sin embargo, los pacientes a los que se les ha practicado un procedimiento laparoscópico pueden volver a sus actividades normales en promedio en dos semanas o antes.

Control del embarazo

Se aconseja no embarazarse durante los dos primeros años del procedimiento. Los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen durante el embarazo y la potencial posibilidad de lesión fetal hacen recomendable abstenerse de embarazarse durante este período.

Seguimiento a largo plazo

Aunque los efectos a corto plazo del tratamiento quirúrgico de la obesidad se entienden bien, hay todavía cuestiones referentes a sus efectos a largo plazo en los sistemas nutritivos y corporales que necesitan respuestas. Se tendrán que estudiar las deficiencias nutritivas que ocurran en el curso de muchos años. Con el tiempo, usted necesitará chequeos periódicos de anemia (bajo contenido de hemoglobina en la sangre) y vitamina B12, así como de niveles de folato y hierro. Inicialmente se practicarán pruebas de seguimiento de cada tres a seis meses, o con mayor frecuencia si se requiere y después de cada uno a dos años.

Grupos de apoyo

El uso extendido de grupos de apoyo ha proporcionado a los pacientes que han recibido un tratamiento quirúrgico de la obesidad una excelente oportunidad de compartir con otras personas sus diversos problemas personales y profesionales. Por ejemplo, la mayoría de ellos aprende que esta cirugía no resuelve inmediatamente los problemas emocionales existentes ni sana los años de lesiones que la obesidad mórbida pueda haber infligido a su bienestar emocional. La mayoría de los cirujanos conforman grupos de apoyo para ayudarlo a usted en problemas y necesidades a corto y a largo plazo. La mayor parte de los cirujanos bariátricos que realizan frecuentes cirugías de reducción de peso le confirmarán que el apoyo posquirúrgico continuado ayuda a producir el mayor grado de éxito en sus pacientes.

¿Qué saber y hacer sobre costos y coberturas?

Después que haya decidido por el tipo de cirugía, llegará el momento de ver cómo pagará el procedimiento. En Chile no existen leyes que puedan exigir a las compañías de seguros cubrir los costos y beneficios del tratamiento quirúrgico de la obesidad a pacientes que cumplan con los criterios de indicación quirúrgica. No obstante, en algunos casos bien calificados mediante la certificación del médico se puede lograr la aprobación de cobertura. La mejor forma de obtener la aprobación de la cobertura del seguro radica en trabajar junto con su cirujano y con el equipo multidisciplinario.

A continuación se presentan algunos de los pasos importantes que usted debe dar para obtener la cobertura del seguro en el tratamiento quirúrgico de la obesidad:

    Lea y entienda bien “El certificado de cobertura” que la ley les obliga a suministrar a las compañías de seguros. Si usted no tiene este certificado, consulte con el administrador de beneficios de su empresa o pregúntele directamente a su compañía de seguros.

    Es posible que le exijan que inicie todo con su médico de atención primaria. En algunos casos, él es la única persona a la cual usted le puede pedir que lo remita a un cirujano calificado. Aún cuando no es obligatorio que alguien lo remita, es buena idea hacerlo para contar con el apoyo de su médico de atención primaria.

    Antes de visitar al cirujano bariátrico, organice su historia médica e incluya su trayectoria de intentos de dietas. Serán documentos valiosos con los cuales contar en todas las etapas del proceso de aprobación.

    Deje constancia de todas las consultas con los profesionales de atención de salud respecto a los problemas relacionados con la obesidad o las visitas a programas de reducción de peso realizados con centros dietéticos y afiliaciones a gimnasios. Guarde los archivos pertinentes, incluso los recibos.

    Si el cirujano le recomienda una cirugía de reducción de peso, él deberá prepararle una carta para obtener autorización de su compañía de seguros. Esta carta tiene como objeto establecer la “necesidad médica” del tratamiento quirúrgico de la obesidad y obtener la aprobación del procedimiento. La carta de autorización incluye por lo general la siguiente información:

    1. Su estatura, peso e índice de masa corporal (véase el Apéndice C), al igual que cualquier documentación que pueda tener en su poder acerca de por cuánto tiempo ha tenido sobrepeso.

    2. No basta una descripción sencilla de su condición de “obesidad mórbida”. Es necesaria una descripción completa de todas sus condiciones de salud relacionadas con la obesidad, que incluya los expedientes del tratamiento, una historia de los medicamentos tomados y la documentación de los efectos que estas condiciones han tenido en su vida cotidiana.

    3. Una descripción detallada de las limitaciones que su sobrepeso les ha impuesto a sus actividades diarias, como dificultades en cuanto a caminar, amarrarse los zapatos o mantener su higiene personal.

    4. Una historia detallada de los resultados de sus esfuerzos por llevar dietas, incluido los programas con supervisión médica o sin ésta, los archivos médicos, los comprobantes de pago a programas comerciales de reducción de peso y la asistencia a reuniones pertinentes.

    5. Una historia de los programas de ejercicio, que incluya los recibos de afiliaciones a gimnasios.

    6. Pídale a su médico que incluya la información de las revistas médicas que traten sobre la eficacia de los tratamientos quirúrgicos de la obesidad, particularmente la información que muestre el control o eliminación de condiciones de salud relacionadas con la obesidad.

Treinta días se consideran un tiempo normal para que un proveedor de seguros responda a su consulta. Si después de este tiempo no ha tenido noticias de su compañía aseguradora, usted debe comenzar a hacerle un seguimiento al caso.

El proceso de apelación

Aún cuando no sea aceptada su solicitud inicial de autorización previa, todavía dispone de otras alternativas. Las compañías aseguradoras ofrecen un proceso de apelación que le permite a usted abordar cada una de las razones específicas que ellos han aducido para negar su petición. Es importante que responda rápidamente. También se recomienda que, en ese momento, usted obtenga la ayuda de un abogado de seguros experimentado o de un defensor especializado en seguros para sortear adecuadamente las complejidades del proceso de apelación. Algunas aseguradoras establecen topes al número de apelaciones que usted puede presentar, por lo cual es importante estar bien preparado y entender claramente las reglas que rigen las apelaciones de su plan específico.

El primer paso es importante

¿Por dónde se debe empezar una vez que haya decidido explorar la alternativa del tratamiento quirúrgico de la obesidad?

Un buen lugar para comenzar es este sitio, el cual se ha concebido para brindarle una información completa de los riesgos y beneficios que ofrece este procedimiento. Un buen paso siguiente es conversar con su médico de atención primaria, especialista médico o médico familiar. Encontrar a un cirujano local especializado en procedimientos de reducción de peso y un grupo de apoyo constituye otro paso en la dirección correcta. Lo más seguro es que haya una clínica bariátrica o de reducción de peso en su comunidad o cerca de ella que se especialice en cirugía de reducción de peso. Llame allí y averigüe si se ofrecen seminarios o sesiones de información gratuitas para el público en general. Recuerde que hay mucha desinformación sobre la cirugía de reducción de peso que usted puede encontrar en fuentes no acreditadas. Hablar con otras personas que hayan tomado el camino que usted está considerando ahora le puede ayudar a entender lo que necesita saber para tomar una decisión con la que se pueda sentir cómodo. En definitiva, su mejor fuente de información es un cirujano bariátrico experimentado que sepa manejar sus necesidades especiales antes, durante y después del tratamiento quirúrgico de la obesidad.

Posibles complicaciones posquirúrgicas

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía de reducción de peso puede presentar riesgos. Los pacientes deben consultar a sus médicos para averiguar si este procedimiento les conviene. Es posible que se presenten una o más de las siguientes condiciones y complicaciones luego de cualquiera de los tipos de cirugía de reducción de peso tratadas en el presente sitio web, así como en el caso de todo tipo de procedimientos quirúrgicos gástricos:

Complicaciones potencialmente graves

Quirúrgicas: Perforación o fuga en el estómago o intestino, que causen peritonitis o absceso. Hemorragia interna que requiera transfusión. Infección grave de heridas – abertura de éstas – hernia incisional. Lesión del bazo que requiera extirpación de órganos u otras lesiones a éstos. Obstrucción de las perforaciones de salida gástrica o intestinal.

Pulmonares: Neumonía – atelectasia (colapso del tejido pulmonar) – presencia de líquido en la cavidad torácica. Insuficiencia respiratoria – edema pulmonar (líquido en los pulmones). Coágulos sanguíneos en las piernas o pulmonares (embolias).

Cardiovasculares: Infarto de miocardio (ataque cardíaco) – insuficiencia cardíaca congestiva. Arritmias (pulsaciones cardiacas irregulares). Apoplejía (accidente cerebrovascular – ACV).

Renales y Hepáticas: Insuficiencia renal aguda. Insuficiencia hepática – hepatitis (que puede evolucionar a cirrosis).

Psicosociales: Anorexia nerviosa – bulimia. Depresión postoperatoria –problemas de disfunción social. Psicosis.

Otras Complicaciones (Que Pueden Convertirse en Serias)

  • Infecciones o cicatrizaciones menores de heridas o de la piel, deformaciones, distensión cutánea.
  • Infección del tracto urinario.
  • Reacciones alérgicas a drogas o medicamentos.
  • Vómito o náuseas/imposibilidad de comer ciertos alimentos o comidas inadecuados.
  • Inflamación del esófago (esofagitis) – reflujo ácido (acidez estomacal).
  • Bajo nivel de sodio, potasio o azúcar sanguínea – hipotensión arterial.
  • Problemas (estrechamiento o ensanchamiento) del orificio de salida del estómago.
  • Anemia – deficiencia metabólica (de hierro, vitaminas o minerales) pérdida temporal del cabello. Estreñimiento – diarrea – inflamaciones – calambres – materia fecal fétida o gases.
  • Formación de cálculos biliares o enfermedades de la vesícula biliar.
  • Úlceras estomacales o de los orificios de salida del estómago (úlcera péptica).
  • Ruptura de la línea de grapado, subida de peso o reducción de peso insatisfactorias.
  • Penetración causada por material extraño (por ejemplo, la banda o el anillo) en el estómago.
  • Intolerancia a azúcares refinadas (vaciamiento), con náuseas, sudor o debilidad.

Cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC).

Kg
M
Kg / m2

Rango de pesos adecuados para su talla :

Kg
Kg